El Lobo & la Luna
En la alto de la colina, allá donde el sol se despide de la luna, un
único testigo es capaz de reconocer sus lágrimas como lluvia, en lo
profundo del bosque, este ser guarda en su interior aquel dolor que ella
lleva, él lo comparte en silencio, su empatía se aprecia en sus
canticos, aquellos que él alza en medio de la soledad, a veces sus
hermanos suelen escucharlos y se unen en la melodía, más la mayoría del
tiempo, estos suelen perderse entre la brisa y el extinguir de las
estrellas…
Ella se guarda las lágrimas y las deja caer libres cuando nadie la ve, cuando se esconde entre las sombras y le da la espalda a la tierra, dejándolas salir cual cataratas en medio del alba, justo cuando el tenue roció roza su nariz, al sentir como sus memorias se convierten en espinas que desangran el alma, y con el aliento liberado en cada triste melodía exhalada...
Desde la tierra él la mira y se pregunta, ¿porque llora la más bella de todo el manto estelar?
Anhela sus abrazos y caricias mientras los suspiros brotan libres entre las copas de los árboles.
Ella se guarda las lágrimas y las deja caer libres cuando nadie la ve, cuando se esconde entre las sombras y le da la espalda a la tierra, dejándolas salir cual cataratas en medio del alba, justo cuando el tenue roció roza su nariz, al sentir como sus memorias se convierten en espinas que desangran el alma, y con el aliento liberado en cada triste melodía exhalada...
Desde la tierra él la mira y se pregunta, ¿porque llora la más bella de todo el manto estelar?
Anhela sus abrazos y caricias mientras los suspiros brotan libres entre las copas de los árboles.
El lobo desea atraparla desde la cintura para luego corretear libre entre lo más íntimo del bosque, ver como ella despliega sus alas y vuela hacia lo más alto tratando de acariciar la luna para luego descender y abrazarlo nuevamente por el cuello, y asi poder demostrarle que las lágrimas que ella llora, no son de dolor, sino más bien de alegría al verlos a ambos jugar juntos y felices bajo el cobijo de su luz...
Más después de todo, al salir el sol nuevamente en la mañana, el sueño efimero se acaba, y el lobo abre sus ojos, y ve como aquella ilusión desaparece entre los detellos del amanecer y esa benigna luz lo ciega al ver como la luna se aleja nuevamente dejándolo solo en la colina, esperando a que ella vuelva aparecer en sus sueños y le de un beso en la cabeza y asi secar sus lagrimas…
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