Los Primeros Aullidos
En una húmeda mañana en las entrañas de un bosque lejano en un lugar perdido donde ningún mapa ha sido trazado por el hombre, en un flora y fauna diferente al que cualquier humano jamás ha ingresado, se haya un cachorro que errante e inocente jugaba en los alrededores con una rama, el cachorro tiene algunas heridas que parecen ir cicatrizando lentamente con su saliva, parece que no le presta mayor atención ya q esta más ocupado corriendo con la rama en su hocico de un lado a otro, hasta q se tropieza con el lodo y termina revolcándose en el, jugaba despreocupado, no le importaba nada más q correr y ser feliz, correteaba algunos animales pequeños que se atravesaban en su paso como liebres, mapaches, ardillas entre otros más estos siempre lograban escaparse; si bien el tampoco los estaba cazando, sólo quería correr y correr...
Era un lobito muy inquieto, con un ladrido muy suave, tierno para su corta estancia en la tierra, pero algo le extrañaba, ver q los demás animales tenían parejas o habían más de su clase aunque variaran de tamaño y colores, en cambio el era único, no se veía ningún otro lobo cerca de el, no se sabe que paso con sus padres ni mucho menos como logró sobrevivir, lo cierto es q sigue corriendo libre en el bosque mientras juega y hace travesuras.
El tiempo pasaba y las preguntas crecían conforme recorría el bosque, en las noches antes de dormir siempre veía al cielo, se ponía a contar las estrellas cuando terminaba de darle forma a las nubes, apreciaba a la luna pero no había desarrollado su instinto x aullarle, al menos no después de pasadas 2 lunas llenas... al acercarse la tercera algo empezó a cambiar...
Durante una de sus caminatas nocturnas, se encontró con pequeñas criaturas voladoras, q brillaban en la oscuridad, al sorprenderse de esa pequeña luz parpadeante, decidió perseguirlas, estas huyeron a tal velocidad q el lobo de emociono y empezó a correr mucho más rápido. Estas luces empezaron a tomar diferentes direcciones, algunas se fueron a las copas de los árboles, otras se escondieron en grietas dentro de las rocas, y otras siguieron su camino hasta llegar a un llano totalmente despejado, uno al parecer que el lobo no conocía aún, se detuvo al llegar al centro ya q ahí fue la última vez q vio las luces.
De la carrera, el lobo decidió parar a tomar aire, mientras q empezó a olfatear algún rastro pero no encontraba nada, empezó a dar vueltas en círculos pero no encontró más la luces, entonces decidió echarse en el pasto panza arriba a ver las estrellas parpadear, se empezó a revolcar entre el pasto hasta que algo le volvió a llamar la atención, al parecer unas nubes cubrían la nueva luna llena, y esta quedo desnuda ante el lobo sin embargo, la vio diferente, ni era la misma forma en q veía a la luna antes, esta era su tercer luna desde que tiene memoria y se quedo mirando fijamente hasta q desde su interior empezó a aullarle x primera vez, el lobo se levantó del pasto y busco un punto alto, vio unas piedras cerca y corrió hasta allá, las trepo y sintió estar más cerca de la luna, esa luna estaba brillando como nunca, su luz iluminaba a lo largo y ancho que dejaba los ojos del lobo apreciar, una brisa repentina sacudió el pasto y esta brisa erizó al lobo, se sacudió, estiro y alzo su cabeza aullando desde lo más profundo...
Su aullido se escucho a lo lejos, y eso causo que aquellas criaturas luminosas que se habían escapado, volvieran aparecer ante el, y al. verlas tan cerca noto algo, no era como las aves q perseguía regularmente, tampoco era como los insectos, era diferentes a lo que el conocía... fue así cuando el lobo conoció por primera vez una de las criaturas mágicas del bosque, las hadas q acudieron a su aullido...
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