1/8/16

Los Primeros Aullidos





Los Primeros Aullidos


En una húmeda mañana en las entrañas de un bosque lejano en un lugar perdido donde ningún mapa ha sido trazado por el hombre, en un flora y fauna diferente al que cualquier humano jamás ha ingresado, se haya un cachorro que errante e inocente jugaba en los alrededores con una rama, el cachorro tiene algunas heridas que parecen ir cicatrizando lentamente con su saliva, parece que no le presta mayor atención ya q esta más ocupado corriendo con la rama en su hocico de un lado a otro, hasta q se tropieza con el lodo y termina revolcándose en el, jugaba despreocupado, no le importaba nada más q correr y ser feliz, correteaba algunos animales pequeños que se atravesaban en su paso como liebres, mapaches, ardillas entre otros más estos siempre lograban escaparse; si bien el tampoco los estaba cazando, sólo quería correr y correr...

Era un lobito muy inquieto, con un ladrido muy suave, tierno para su corta estancia en la tierra, pero algo le extrañaba, ver q los demás animales tenían parejas o habían más de su clase aunque variaran de tamaño y colores, en cambio el era único, no se veía ningún otro lobo cerca de el, no se sabe que paso con sus padres ni mucho menos como logró sobrevivir, lo cierto es q sigue corriendo libre en el bosque mientras juega y hace travesuras.


El tiempo pasaba y las preguntas crecían conforme recorría el bosque, en las noches antes de dormir siempre veía al cielo, se ponía a contar las estrellas cuando terminaba de darle forma a las nubes, apreciaba a la luna pero no había desarrollado su instinto x aullarle, al menos no después de pasadas 2 lunas llenas... al acercarse la tercera algo empezó a cambiar...


Durante una de sus caminatas nocturnas, se encontró con pequeñas criaturas voladoras, q brillaban en la oscuridad, al sorprenderse de esa pequeña luz parpadeante, decidió perseguirlas, estas huyeron a tal velocidad q el lobo de emociono y empezó a correr mucho más rápido. Estas luces empezaron a tomar diferentes direcciones, algunas se fueron a las copas de los árboles, otras se escondieron en grietas dentro de las rocas, y otras siguieron su camino hasta llegar a un llano totalmente despejado, uno al parecer que el lobo no conocía aún, se detuvo al llegar al centro ya q ahí fue la última vez q vio las luces.

De la carrera, el lobo decidió parar a tomar aire, mientras q empezó a olfatear algún rastro pero no encontraba nada, empezó a dar vueltas en círculos pero no encontró más la luces, entonces decidió echarse en el pasto panza arriba a ver las estrellas parpadear, se empezó a revolcar entre el pasto hasta que algo le volvió a llamar la atención, al parecer unas nubes cubrían la nueva luna llena, y esta quedo desnuda ante el lobo sin embargo, la vio diferente, ni era la misma forma en q veía a la luna antes, esta era su tercer luna desde que tiene memoria y se quedo mirando fijamente hasta q desde su interior empezó a aullarle x primera vez, el lobo se levantó del pasto y busco un punto alto, vio unas piedras cerca y corrió hasta allá, las trepo y sintió estar más cerca de la luna, esa luna estaba brillando como nunca, su luz iluminaba a lo largo y ancho que dejaba los ojos del lobo apreciar, una brisa repentina sacudió el pasto y esta brisa erizó al lobo, se sacudió, estiro y alzo su cabeza aullando desde lo más profundo...

Su aullido se escucho a lo lejos, y eso causo que aquellas criaturas luminosas que se habían escapado, volvieran aparecer ante el, y al. verlas tan cerca noto algo, no era como las aves q perseguía regularmente, tampoco era como los insectos, era diferentes a lo que el conocía... fue así cuando el lobo conoció por primera vez una de las criaturas mágicas del bosque, las hadas q acudieron a su aullido...